La convivencia vial es fundamental para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los usuarios de la vía, incluidos conductores, peatones y pasajeros. Para lograr una convivencia vial armónica, donde se respeten tanto los derechos propios como los ajenos, es imprescindible fomentar una educación vial adecuada en todos los actores involucrados.
La educación vial trasciende el simple conocimiento de las normas de tránsito o el catálogo de señales viales. Constituye la base para la adquisición de valores fundamentales como el respeto, la solidaridad, la comprensión, el perdón y la tolerancia. Estos valores son esenciales para promover una conducción consciente y responsable, favoreciendo así la convivencia vial.
El objetivo principal de la seguridad vial es la eliminación total de los accidentes de tránsito, o en su defecto, la reducción de estos y la minimización de sus consecuencias. Lograr este objetivo requiere de una percepción adecuada y real del riesgo asociado a la conducción. Sin embargo, muchos conductores subestiman estos riesgos, lo que conduce a comportamientos peligrosos en la vía. Claves para una Conducción Segura
La convivencia vial y la seguridad en las vías son responsabilidades compartidas. Mediante la educación vial, podemos cultivar una cultura de respeto y cuidado mutuo, reduciendo significativamente los riesgos y mejorando la convivencia en nuestras calles y carreteras. Recordemos que cerca del 90% de los accidentes con víctimas son el resultado de errores humanos, lo que subraya la importancia de una percepción correcta del riesgo y una conducta adecuada al volante.
Limitación de peso
prohibición de cambiar de carril
circulación de bicicletas
ancho máximo
retorno salida a desnivel
largo máximo
termina pavimento
velocidad máxima zona
curva a la derecha
Limitación del largo del vehículo
vía segregada buses
curva peligrosa a la derecha